Querido Ego,
Te pido perdón por todas las veces que he deseado que no existieras.
Te pido perdón por mi rechazo hacia ti, por considerarte malo e incluso mi enemigo.
Te pido perdón por no haberte comprendido lo suficiente, te pido perdón por haberme creído separada de ti, mejor que ti, te pido que me perdones por creer que no eras digno de mi amor ni mi atención.
Siento que hayas tenido que soportar todas estas presiones y críticas mías, siento haber contribuido en que hayamos creado una lucha.
Te pido que puedas perdonarme por todo ello, y te pido que acojas mis siguientes palabras:
Te AGRADEZCO tu intención primordial de protegerme.
Te AGRADEZCO tu función, tu forma, tu envoltura.
Te AGRADEZCO que hayas acogido el sufrimiento de mi alma y lo hayas intentado organizar lo mejor que has sabido para seguir adelante con la VIDA.
Te AGRADEZCO tu insistencia, tu perseverancia, tu PRESENCIA, sobretodo en los momentos más difíciles.
Te AGRADEZCO que a pesar de mi rechazo hayas seguido estando a mi lado, aunque a veces no haya sido de la mejor manera, sé que tu intención ha sido benevolente, y me has demostrado que no me abandonas y por ello te estoy eternamente agradecida.
Reconozco tu fuerza, tu esfuerzo, no debe haber sido fácil haber adoptado el papel de “malo” en toda esta historia.
AHORA RECONOZCO que en todo tu esfuerzo y función ha habido y hay voluntad hacia mi bien, así que, otra vez, ¡GRACIAS!
¿Sabes qué, Ego mío? En mis esfuerzos por rechazarte se me ha ido olvidando comunicarte algo importante: la Forma en que has sido necesaria en el pasado no es la que exactamente necesito en el presente. Siento no habértelo comunicado, o quizás si lo hice fue a modo de reproche, ya que sin esta información es difícil que hayamos podido colaborar eficazmente y tener buenos resultados.
Ahora, Ego mío, necesito que revisemos conjuntamente tu manera de protegerme, tu función, que sé que es benévola, ¡gracias!
Te pido, Ego mío, que de ahora en adelante nos demos la mano y seamos COMPAÑEROS.
Te pido que tu forma, tu envoltura, de ahora en adelante me permita ir expresando todo aquello que va más acorde y conectado a mi ESENCIA.
Te pido que con tu forma me traces el camino de “dentro hacia fuera”, y quizás a veces también al revés, y que aunque en el camino la información varíe en resonancia, siga siendo igualmente en coherencia a la vibración de mi alma.
También, dada mi necesidad en el presente de experimentar la unidad, te pido que en algunos momentos puedas retirarte amorosamente, para permitir a mi alma sentirse. Comprendo que a veces este acto no será fácil para ti, así que te comunico mi total comprensión y aceptación por el resultado. Sé que te esfuerzas por mí y que tu intención primordial SIEMPRE es benévola.
ME COMPROMETO a irte comunicando la nueva información que forma parte de mi ESTADO PRESENTE, para tranquilizarte: Ahora soy una persona adulta, consciente y comprometida, que elijo aquellas relaciones y situaciones en coherencia a mi salud y mi bienestar interno.
De ahora en adelante, ME COMPROMETO a mantener una comunicación amorosa contigo, para que podamos comprendernos, coordinarnos como equipo y aprovechar esta oportunidad tan grande que es la VIDA.
Sé que en mi Aceptación hacia ti nos UNIMOS y ahí está el gran Secreto.
Te amo, Ego, y te doy las gracias por todo lo que haces y has hecho por mí.
¡GRACIAS!
Con infinito amor,
Eva González Menal