El psicólogo estadounidense Stenberg elaboró la «Teoría Triangular del Amor», que explica que para que el amor de pareja sea lo que él llama un «amor consumado», tienen que darse los tres elementos siguientes:
Intimidad: espacios en los que la pareja vive un intercambio afectivo y sienten confianza, favoreciendo el vínculo.
Pasión: atracción físico-mental por la otra persona y deseo de estar con ella.
Compromiso: decisión de formar una relación con esa persona y cultivarla tanto en los buenos como en los malos momentos.
Esta teoría es algo más elaborada, y su creador etiquetó diferentes tipos de amor que pueden darse en las relaciones interpersonales en función de la combinación de los tres elementos anteriores, dando un total de siete tipos de amor.
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7 TIPOS DE AMOR
CARIÑO: ambas personas comparten espacios de intimidad, aunque no hay pasión ni compromiso para mantener la relación. Para comprender esta clasificación, basta con recordar a aquella persona por la que sentimos un especial cariño, pero que a la vez no le pedimos ni presencia, ni tampoco suele haber llamadas, ni encuentros, ni sensación de atracción física.
ENCAPRICHAMIENTO: existe pasión, sin intimidad ni compromiso. Un ejemplo de ello sería una pareja de amantes, en los que, bien por tipo de personalidad de cada uno o de uno de los dos, bien por el hecho de no querer un compromiso con aquella persona, no se establece tampoco intimidad.
AMOR VACÍO: sólo hay compromiso. Podríamos pensar en aquellas parejas que se han acomodado a vivir juntas, pero se sienten alejadas entre ellas tanto a nivel físico como afectivo.
AMOR ROMÁNTICO: hay pasión e intimidad, pero no compromiso. Podría ser un ejemplo de una pareja de amantes, pero esta vez con intercambio emocional y confidencias. En este caso, no hay compromiso bien por factores externos (uno de los miembros tiene ya pareja y no quiere dejar la relación, los dos viven lejos y es difícil mantener la relación) o internos (uno de los dos o ambos tienen baja autoestima y no se siente merecedor de esta relación o no es el momento vital para iniciar una relación seria).
AMOR SOCIABLE: hay intimidad y compromiso. Podríamos pensar en las amistades cultivadas a consciencia como buen ejemplo de éste amor 😉
AMOR FATUO: hay pasión y compromiso, pero no intimidad. El área afectiva es la que carece de cuidado en este caso.
AMOR CONSUMADO: el que combina los tres elementos de manera armónica.
Me gusta lo simple, un abrazo, un cuídate, un te quiero, un ponte algo que hace frío, un avísame cuando llegues, detalles que no se obtienen con dinero, pero sí con amor. Anónimo
Como veréis, podremos estar más o menos de acuerdo con la clasificación y la terminología, pero lo que está claro es que esta teoría nos ayuda a detectar y esclarecer en el pensamiento sobre el tipo de relaciones que tenemos.
Por último, quiero añadir que a priori no es mejor un amor que otro, ya que cada persona es diferente y necesita o puede establecer un tipo diferente de relaciones interpersonales con su alrededor. Lo que sí que es bueno es saber qué tipo de relaciones van acorde a nosotras mismas, saber cómo somos y qué necesitamos, para elegirlas en consonancia y cultivarlas de acuerdo a esta consciencia.
Un abrazo,
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Centre de Psicologia i Psicoteràpia 